domingo, 8 de julio de 2012

Federer, heptacampeón en Wimbledon... y nº1 del mundo

Roger Federer conquistó este domingo su séptimo Wimbledon y se alzó como nuevo número uno del tenis mundial al vencer en la final al escocés Andy Murray, por 4-6, 7-5, 6-3 y 6-4, en tres horas y 24 minuto





El suizo, con 17 grandes torneos en su palmarés, se llevó un título que no gana un tenista británico desde 1936, e igualó el récord del estadounidense Pete Sampras, que también logró siete veces la victoria en Londres.
Desde antes de la Segunda Guerra Mundial, Wimbledon no había visto a un británico tan cerca del título, pero Murray se desmoronó tras ganar el primer set ante la perfección estilística de Federer.
El suizo, además, compartirá con Sampras a partir de este lunes, cuando se actualice el ránking de la ATP, el récord de 286 semanas como número uno del mundo, que podrá ampliar incluso.
Arropado por los 15.000 espectadores que llenaban la pista central, Murray saltó a la hierba dispuesto a revolucionar el orden establecido y se impuso al resto en el primer juego ante un Federer condenado a remar a contracorriente en el primer tramo de su octava final de Wimbledon (más que ningún otro jugador en la historia).


Con gesto sombrío, Federer, rígido en los primeros compases, fallaba demasiados primeros servicios y veía cómo el escocés, lejos de sentirse presionado por las exigencias del público local, cometía menos errores no forzados y colocaba más saques directos.

Bajo la atenta mirada de la princesa Catalina y del primer ministro británico, David Cameron, que brindaban su apoyo a Murray desde el palco de autoridades, el escocés demostraba desde el primer minuto su compromiso por dar al Reino Unido su tan ansiado título de Wimbledon, que ganó por última vez en 1936 un británico, el inglés Fred Perry.

La espectación era tal que, desde primera hora de hoy, ondeaba la bandera escocesa en Downing Street, la residencia del primer ministro británico.
Lo que se le pedía al héroe local, sin embargo, no era sencillo, pues solo un tenista se ha impuesto hasta ahora a Federer en la final de Wimbledon, el español Rafael Nadal, una gesta en la que el mallorquín invirtió casi cinco horas en 2008.

Aún así, Murray conocía perfectamente lo que es imponerse a un tenista que ya acumula 17 grandes torneos en su palmarés, dado que lo ha hecho en casi la mitad de las ocasiones en las que se han enfrentado (ocho victorias Federer por siete el británico, sin contar la final de hoy).

El camino se antojaba cuesta abajo para Murray cuando la central, silenciosa como un teatro durante el juego, estalló en aplausos al tiempo que el juez de silla, el español Enric Molina, otorgaba el primer set a Murray por 6-4 tras casi una hora de juego.

El suizo veía cómo aquellas bolas que en la semifinal contra el serbio Novak Djokovic había logrado colocar en la línea, quedaban esta vez algo largas o se atascaban en la red.

Murray, sin embargo, no desconfió lo suficiente de Federer, un nombre preeminente en la historia del tenis moderno que, a sus casi 31 años, parece aún lejos de haber levantado su último trofeo.

El segundo set se le escapó al escocés tras exhibir durante 54 minutos un tenis vehemente que no le bastó para superar a un Federer, ahora sí, encendido y con las riendas de la final empuñadas.

El sexto juego de la tercera manga fue el punto de inflexión que desquició definitivamente a Murray: Con 0-40 en contra, el suizo se obcecó en remontar ese juego al resto, y se lo adjudicó, tras una batalla de 20 minutos, en la sexta bola de rotura.

Bajo el techo de la pista central, tras un parón de 40 minutos por la lluvia, el héroe local se golpeaba la frente con la palma de la mano tras fallar algunas bolas claras, incrédulo ante el giro que había tomado un choque que controló durante una hora, y en el que no supo hallar los recursos para enderezarlo de nuevo.

Ya lanzado, Federer remató en el último set a un escocés vitoreado por el público, pero que no pudo hacer más que dejar paso al suizo en un escenario que ha dominado durante la última década.




viernes, 8 de junio de 2012

Rafael Nadal y Novak Djokovic se enfrentarán en la final de Roland Garros

Rafael Nadal derroto primero a David Ferrer (6-2, 6-2 y 6-1), mientras que después el serbio Novak Djokovic hizo lo mismo ante Roger Federer (6-4, 7-5 y 6-3).


El español Rafael Nadal, seis veces campeón de Roland Garros, se medirá el próximo domingo en la final por primera vez contra el número uno, el serbio Novak Djokovic.

Nadal, número 2, se clasificó tras derrotar en la semifinal al español David Ferrer por6-2, 6-2 y 6-1, mientras que Djokovic se deshizo del suizo Roger Federer por 6-4, 7-5 y 6-3.

Será la séptima final de Roland Garros para Rafael Nadal (la cuarta a la que llega sin ceder un set) y la primera para Djokovic, que aspira a sumar de manera consecutiva los cuatro Grand Slam (Wimbledon, Abierto de Estados Unidos, Abierto de Australia y Roland Garros), aunque no en el mismo año natural.

Nadal y Djokovic se han enfrentado en 32 ocasiones, con 18 victorias para el español y 14 para el serbio.

En 2012, Djokovic ha vencido a Nadal en la final del Abierto de Australia, en cemento, y el español se impuso en las de los Masters 1.000 de Montecarlo y de Roma, ambas en tierra batida.

En Roland Garros, el español y el serbio se han enfrentado ya en tres ocasiones (2006, 2007 y 2008), con victoria siempre para Nadal.

domingo, 18 de marzo de 2012

Federer se corona en Indian Wells

Roger Federer superó a John Isner por 7-6 (7) y 6-3 en la final de Indian Wells, de forma que suma su cuarta corona en el desierto californiano e iguala con Rafa Nadal en número de títulos obtenidos en campeonatos Masters 1.000, con 19



Roger Federer ya no es el número uno, pero hay torneos en que juega como tal. El Masters 1000 de Indian Wells ha sido uno de ellos. El suizo, de 30 años y actual nº 3 del ranking ATP, culminó su excepcional paso por el torneo californiano con la victoria en la final ante el gigantescoJohn Isner (2,06 m.), que hoy se convertirá en el único top-10 estadounidense.
Federer, más sólido en el fondo de la pista e igualmente intocable con su servicio, se ha impuesto en dos mangas, 7-6 (7) y 6-3, para sumar su 73º título en el circuito, el cuarto en Indian Wells (récord del torneo) y el tercero consecutivo este año, después de sus victorias en Rotterdam y Dubai. Aunque, a la vista de la irrupción deDjokovic en 2011 y de la incapacidad del suizo para dominar sus duelos directos con Nadal pueda parecer que sus mejores días han pasado, lo cierto es que ahora mismo es el tenista más en forma del circuito.


Federer le costó más dominar a Isner en la primera manga, un toma y daca de aces y puntos de saque en el que se manejó bien el americano, aunque acabó cayendo en el tie-break tras 54 minutos de lucha. Ceder el primer acto pesó en Isner, que en el segundo set entregó más puntos en los intercambios y acabó cometiendo el pecado máximo en su juego, ceder un servicio, el único en todo el partido. Sucedió en el séptimo juego, y a partir de ahí ya no tuvo respuestas ante la clase del maestro suizo, que ventiló la manga en 27 minutos, exactamente la mitad que la primera.

"Sólo puedo felicitarle"
La víspera, Nadal había caído en semifinales ante Federer (6-3 y 6-4) sin remisión. "Él jugó fantástico. Sólo puedo felicitarle", reconoció el balear, que siempre fue a remolque, y a pesar de su lucha y capacidad de resistencia se vio superado por la variedad del juego del suizo y por las condiciones climatológicas, un viento al que no se adaptó.



domingo, 29 de enero de 2012

Nadal: "Es la final que he perdido que menos me ha dolido"



El tenista español Rafael Nadal señaló tras perder la final del Abierto de Australia ante el serbio Novak Djokovicque ésta ha sido la derrota menos dolorosa de su carrera en una final, ya que pese a no poder ganar, considera que hizo un gran partido y lo dio todo en la pista.
"Es la final que he perdido que menos me ha dolido, porque he hecho todo lo que he podido, he luchado, he competido de tú a tú con un jugador que es brillante y he estado muy cerca. Lo he llevado al límite, algo que no había conseguido en 2011, y también me he llevado a mi mismo al límite", explicó. Tras perder en la final de Grand Slam más larga de la historia, tras casi 6 horas de juego, comentó que "hay que aceptarlo. Fue un gran espectáculo. He disfrutado de este espectáculo, aunque me hubiera gustado ganar. He tenido mis oportunidades ante el mejor jugador del mundo. He estado a un nivel muy alto durante mucho tiempo, y eso es muy importante para mí. Estoy feliz por eso".
Cuestionado por los vaivenes que tuvo el partido y por las opciones que tuvo en el quinto set de ganar el partido, Nadal indicó que "cualquier cosa pudo pasar, parecía el quinto set más para mí, pero he jugado contra un jugador que, estando muy cansado, genera fácilmente golpes ganadores. He fallado esa bola clara del 30-15 para el 5-2, pero es un lance del juego y quedarme con esa bola sería injusto conmigo mismo". "He dado todo, estoy bastante vacío, pero satisfecho porque cuando uno hace todo lo que ha podido no se puede pedir más. Después de un tiempo que he sufrido sin disfrutar hoy he podido sufrir disfrutando y este es el camino", recalcó.
Pese a perder su séptima final consecutiva ante el jugador serbio, el tenista español aseguró que "no busco ganar a Djokovic, sino superarme a mí mismo y lo he hecho. Los demás están ahí y quizás, en algún momento, pueden ser una motivación extra. Entreno para ser mejor de lo que era, y en Australia 2012 he sido bastante mejor que en 2011. Ha sido un gran avance", subrayó. "El éxito ha sido grande, no ha sido completo, pero semi completo. Tengo un mes por delante para trabajar. Llega la parte más importante para mí de la temporada, desde Indian Wells hasta Wimbledon. La línea y el trabajo de las últimas semanas es el adecuado. La mejora ha sido grande y mi sensación en pista ha sido muy diferente", concluyó.


Djokovic: "Es una pena que no haya dos ganadores"

"Es una pena que no pueda haber dos ganadores, porque el partido de hoy pasará a la historia", dijo el tenista serbio tras ganar a Rafa Nadal.


El tenista serbio Novak Djokovic lamentó que no pueda haber "dos ganadores" tras vencer a Rafa Nadal en la final del Open de Australia en cinco sets y tras cerca de seis horas de partido, el serbio afirmó que ambos han hecho "historia".

"Es una pena que no pueda haber dos ganadores, porque el partido de hoy pasará a la historia. Quiero desearle a Rafa y a todo su equipo toda la suerte del mundo para el resto de temporada, espero muchos partidos y finales así", expresó Djokovic tras recoger el trofeo que le acredita como campeón del primer ''Grand Slam'' de 2012.

El actual número uno del mundo, que derrotó a Nadal por 5-7, 6-4, 6-2, 6-7(5) y 7-5, quiso agradecer todo el apoyo recibido en Australia. "Quiero darles las gracias a mi entrenador, novia y a toda mi familia por todos los años que llevan a mi lado, apoyándome tanto en lo personal como en lo profesional, sois mi mayor apoyo. Este título sería imposible sin vosotros", afirmó.

Djokovic, se acordó también de todo el público del Melbourne Park, en donde se siente como en casa. "Este publico, ¡Dios!, sois increíbles. Cuando vienes a Australia, da igual cual sea tu país de origen, porque aquí todos los tenistas se sienten queridos. Además, quiero agradecer también todo el apoyo del público serbio, tanto el que está aquí como en sus casas", agradeció.

Por último, el tres veces campeón de Australia, se deshizo en halagos con la organización del torneo. "Quiero darle las gracias, por supuesto, a todos los sponsors que hace posible este torneo, además de todos los voluntarios y trabajadores. Siento si me olvido a alguien. Gracias a todo el mundo y nos vemos el año que viene", terminó el campeón.

Un campeón, dos héroes

Djokovic supera a Nadal en la final más larga de la historia

Novak Djokovic revalidó el título del Open de Australia tras superar a Rafa Nadal en la final más larga de la historia de los Grand Slam: casi seis horas


Rafael Nadal cedió ante Novak Djokovic en la final del Australian Open. Djokovic se impuso en cinco agónicos sets: 5-7, 6-4, 6-2, 7-6 (5) y 7-5. Es la séptima final consecutiva que el serbio gana a Rafa, que sumó 71 errores no forzados por 69 de Novak.. Pero no cabe decir que Nadal cayó literalmente: Rafael Nadal Parera abandonó el Rod Laver Arena por su pie y con las botas bien puestas, como Joe Frazier ante Muhammad Ali en el famoso combate de Manila, en 1975. La final se extendió durante cinco horas y 53 minutos, lo que significa el nuevo récord de duración para una final de Grand Slam (anterior, Wilander-Lendl, en el US Open de 1988) y para un partido en el Abierto australiano: la plusmarca anterior eran las cinco horas y diez minutos de la semifinal Nadal-Verdasco en 2009.

Nadal pierde pero firma su mejor resultado ante Djokovic desde 2010; al mismo tiempo, también se trata del primer partido que cede ante el serbio en un quinto set. Rafa se apuntó la manga inicial tras un combate de... 80 minutos que pareció marcar el encuentro. Pero Djokovic escapó con 5-2 en el segundo set, Nadal recuperó hasta 5-4... y ahí entregó ese set con una doble falta. Ese juego pesaría mucho en el desenlace: Nadal emitió síntomas de hallarse abrumado y no fue rival para Djokovic en el tercer parcial, cerrado con 6-2 para Nole.

Rafa iba cambiando el sistema de otros duelos y no percutía constantemente contra el revés blindado de Djokovic. Nadal abría bien la pìsta y desplazaba al serbio. Gran problema: Djokovic lo devuelve ab-so-lu-ta-men-te todo. La sensación es de un ser invulnerable, de otro planeta. Con 4-3 para Novak en el cuarto set, Nadal se vio abajo con su saque y 0-40. Rafa reaccionó de modo asombroso, a base de golpes ganadores, igualó el set, y sacó adelante la muerte súbita, donde llegó a ir perdiendo por 3-5 y servicio de Djokovic.

Al comienzo del quinto set, más allá de las cinco horas de partido, parecía que la escena volcaba contra Djokovic, que ofrecía imagen de cansancio y apariencia de hallarse contracturado: Nadal puso la directa y se colocó con 4-2 y servicio, a un paso de abrir una brecha insalvable. Con 4-2 y 30-15, Rafa falló un revés a placer que le hubiera puesto a las puertas del triunfo. El Ojo de Halcón confirmó que el golpe era malo... y eso resucitó a Djokovic que sacó fuerzas de nadie sabe dónde y empezó a apretar los servicios de Nadal. Djokovic recuperó el 'break', fue a presionar el saque de Rafa con restos planos y en el undécimo juego quebró el servicio del español. Con 6-5 para Djokovic, Nadal aún tuvo una bola de 'break' para 6-6. Pero Djokovic sirvió a la perfección, mientras se santiguaba y pedía al cielo un solo punto más. Ese último punto, una derecha ganadora, valió el tercer título del serbio en Australia (2008, 11, 12) y su tercer trofeo consecutivo de Grand Slam, tras Wimbledon y US Open en 2011. Djokovic, número uno, defiende sus 2.000 puntos de 2011 y Nadal lleva a su cuenta 840 puntos netos: defendía 360 puntos de los cuartos de 2011 y ahora consigue 1.200 como finalista. "No olvidéis este partido, yo nunca lo voy a olvidar", fue la despedida de Rafael Nadal ante el público de Melbourne, el mismísimo Rod Laver y el ahora llamado 'Hombre de Acero': Novak Djokovic.


lunes, 5 de diciembre de 2011

Nadal sirve la quinta Ensaladera


Ganó a Del Potro el punto decisivo. Dio a España su quinta Davis. Y anunció que no jugará en 2012


España se impuso a Argentina en la final de la Copa Davis disputada en Sevilla, al anotarse Rafa Nadal el tercer y definitivo punto ante Juan Martín del Potro.

Y así iremos recordando a todos ellos con el paso de los años: estrujados y rebozados en el albero ocre de La Cartuja: él, Rafael Nadal Parera, como el campeón del pueblo, esas 24.852 personas entre ese clamor popular de 'Rafa, Rafa'. Y ellos: todos sus compañeros. El muro humano de Xábia, David Ferrer. O la torera pareja de dobles, Feliciano López y Fernando Verdasco, que arrancaron una Davis increíble en Mar del Plata y que a veces también pierden. No siempre van a ganar en todo, qué demonios

"Fin de fiesta" fue lo primero que dijo David Ferrer Ern a Rafael Nadal Parera cuando se pusieron codo a codo en la Sala de Prensa. El mejor equipo del tenis mundial en el Siglo XXI, los pentacampeones de España, ya pone proa a la leyenda. En 2012, si un milagro o los Juegos Olímpicos no lo evitan, Nadal, Ferrer y Feliciano López no se pondrán el uniforme español en Davis. Quizá vuelvan. O no. Pero en ellos reposa el halo mágico de una Dinastía irrepetible: desde 2000, sus manos (y las de Ferrero, Moyá, Costa, Corretja) han alzado cinco Ensaladeras. Y sólo ellos pueden escoger desaparecer entre las sombras, como el general MacArthur en West Point. "El mundo no va a olvidar lo que habéis hecho aquí", sentenció el manager Eddie Futch a Joe Frazier en Manila cuando tuvo que ordenarle, conmovido, el abandono ante Ali.

"El mundo no va a olvidar lo que habéis hecho aquí", hubiese dicho Futch a Nadal, de haber visto al chico ceñudo de Manacor luchando por su vida y por la quinta Davis de España bajo el titánico arsenal plano de Del Potro: que asestó a Nadal un parcial de 7-0 para sepultarle bajo los cascotes de un 6-1, el peor marcador recibido por Rafa en un set de Davis. Tanta intensidad fue desecando la energía de Del Potro, castigado por Ferrer en la tarde del viernes.

Y ese juego, el tenis, que puede ser romance en McEnroe o música callada en Federer, degenera en asalto a bayoneta calada si hay que vencer a Nadal. El revés de Delpo suena como un estampido. El sudor de Nadal olía a napalm. Nadal combate. Y espera su momento con los ojos entornados. "Le pegaba con el corazón a por los winners pero siempre me volvía", diría después Del Potro, con los ojos llorosos. Delpo había necesitado 61 minutos para cerrar ese primer set, demasiado para quien ya traía los costados abiertos por los golpes de Ferrer.

Con el cuchillo entre los dientes, Nadal salió del pozo de arena roja y se agarró a Del Potro, cuerpo a cuerpo: desde el 6-1 y 1-0 para el argentino, Rafa usó un parcial de 10-1 para firmarse los sets segundo y tercero (6-4, 6-1) y pasar 2-0 arriba en el cuarto. Del Potro comprendió que tenía que combatir por su vida, vació las reservas de metralla y acogotó al guerrero furioso de Manacor: 5-3, saque y 30-15.
Muerte súbita.

En la densa angustia, La Cartuja ya no era isla, era jungla de emociones. Torturado psicológicamente, Del Potro vaciló y Nadal volvió a morder: 6-5. Ahí, Rafa (que sirvió segundos saques a 115 km/h) cedió su octavo break del partido. Y vino la muerte súbita, donde Del Potro capituló desde el mal tiro de revés del primer punto, entre sombras y ceniza y cuando Nadal ya olía la sangre. Rafa liquidó la miseria de Del Potro con 7-0 en la muerte súbita y se arrojó sobre la arena de La Cartuja. Sangre y arena. Como en Mar del Plata, como aquí ante Ferrer, Del Potro regresó llorando al vestuario en una final de Davis. Y como Eddie Futch dijo a Frazier, "el mundo no olvidará nunca todo lo que habéis hecho aquí".